Decenas de familias visitaron el evento para probar los manjares de la cocina sureña. Carapulcra con sopa seca y chancho al palo fueron los platos más solicitados.
Junto a sus cinco hijos, Felicita Quispe Gavilán se acomoda en una de las tantas mesas de madera ubicadas en el campo Ferial de Ica para disfrutar lo mejor de la comida del sur del país. “Pocas veces se ve tantos platos juntos y para escoger, así que hay aprovechar y darse el gustito de vez en cuando”, dice alegremente.
Al igual que ella, decenas de familias de Ica, Chincha, Pisco y San Clemente visitaron la feria gastronómica Sabe a Perú, que en su segunda edición rindió un homenaje a la gastronomía y cultura iqueñas y reunió a los mejores exponentes de la cocina sureña.
Desde el mediodía de ayer, los restaurantes, cocinas rurales, huariques, carretillas y productores que se instalaron en la feria comenzaron a ofertar sus variados y suculentos potajes. Y la respuesta de los visitantes no demoró, pues a golpe de las tres de la tarde casi todas las mesas estaban atiborradas de platos y bebidas.
“Somos un grupo de catorce personas y cada uno ha pedido algo distinto para probar un poco de todo. Al igual que el año pasado, los precios son cómodos y esta vez no me olvidé de probar la sazón de la Mamainé”, comentó Juan Carlos Soto, vecino del Cercado de Ica, quien llegó al evento con su esposa, hijos, nietos y bisnietos.
En la feria, los potajes más demandados fueron la carapulcra y sopa seca chinchana, así como el chancho al palo y el rocoto relleno. A las seis de la tarde, los módulos de bebidas ya habían agotado sus stock de pisco acholado y vino dulce. “A quince soles quién no se llevaría una botella”, ensayó a modo de explicación uno de los vendedores.
DELEITAR AL PÚBLICO
Sabe a Perú no solo llevó comida a Ica, sino también buscó premiar el talento de jóvenes estudiantes de cocina, quienes mostraron públicamente sus habilidades culinarias en la creación de platos con el pallar, el insumo al cual se homenajeó este año por su importancia en la gastronomía de esta región.
El público asistente se vio cautivado además por la representación de danzas típicas como el festejo, Hatajo de negritos y los zapateadores. Incluso, el Banco de Crédito del Perú premió con dinero a jovencitas que participaron en un concurso para demostrar sus cualidades en el baile.
A las siete de la noche, la feria devino en fiesta y los visitantes ya no buscaban solo comer, sino también en bailar en grupo o a solas al ritmo de La Novel, orquesta limeña que puso punto final al primer día de Sabe a Perú en Ica. (elcomercio.pe)
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