Diez ofertas gastronómicas peruanas


Las Delicias D'Delia, aventura en carretilla. Desde las siete y media de la noche, Delia y su gente aparecen con la carretilla y la parrilla. La estrella es el combinado, un plato que tiene desde la consistencia del corazón de pollo a la peculiar textura del rachi y la pancita, pasando por el gusto ancestral de las mollejas. Dirección: Héctor Velarde con Juan Torres Higueras, altura cuadra 14 de Tomás Marsano, Surquillo. Precio medio sin bebidas: 10 soles. (Foto: Yael Rojas)
Sonia, cebiche de siempre. Utilizan la pesca del día: a veces entra lisa de Huarmey, otros días perico (en la foto), ojo de uva o cojinova. Lo que la marea mande. Dirección: Agustín Lozano La Rosa 173, Chorrillos. Precio medio sin bebidas: 35 soles. (Foto: Yael Rojas)
La Picantería, la tradición. No hay cartas ni reservas ni la menor privacidad. Aquí todos comparten dos largas mesas corridas, el mismo mantel y unas banquitas sin respaldo. La pizarra llena de platos con nombres de pesca sostenible y de cocina criolla. Dirección: Santa Rosa 388, esquina con González PRada, Surquillo. Precio medio sin bebidas: 60 soles. (Foto: Yael Rojas)
La Botica, viaje al pasado. La idea: rescatar la comida criolla de antaño. Es un bar-restaurante donde se han juntado todos los elementos para convertirla en una visita a los años 50 y 60. El rocoto relleno, el escabeche, las mollejitas de la suegra (con sabor norteño) y el pejerrey enrollado son los más buscados. Dirección: Av. Petit Thouars 3910, San Isidro. Precio medio sin bebidas: 20 soles. (Foto: Yael Rojas)
Pura Selva, el puesto de mercado. Ahí están sus juanes de pollo o gallina y sus bolas de tacacho, preparadas al momento. Junto a ellos, encontramos chorizos y cecinas. Otro plato, la ronda tarapotina, reúne la oferta completa del negocio -bola de tacacho, juane, cecina, chorizo y maduro- y unas bolas de rosquetes. Dirección: Mercado de Magdalena (Bolognesi con Jirón Castilla, puesto 886). Precio medio sin bebidas: 13 soles.
La Ladrillera, el escape de la ciudad. La carta de James Berckemeyer reivindica la comida campestre con una propuesta que tiene al horno de barro como su corazón. Los pasteles de choclo y las sopas de cebolla gratinadas encuentran lugar entre papas tumbay con queso parmesano y aceite de trufa. Las pizzas bien valen el almuerzo del domingo. Dirección: Santuario del Caballo de Paso, Cieneguilla. Precio medio sin bebidas: 50 soles. (Foto: Yael Rojas)
Nanka, cocina joven. Diferente, divertida y relajada; una carta que dejaba volar la imaginación más allá de los tópicos. Abrieron la puerta a la papaya encurtida, la palta y unos dados de sandía en medio de un cebiche. Dirección: Bembúes 198, La Molina (espalda del C.C. Molina Plaza). Precio promedio sin bebidas: 70 soles. (Foto: Yael Rojas)
Mayta, la barra del pisco. 95 macerados de pisco, la barra más surtida de la capital. Los más buscados: lemongrass (macerado de hierbaluisa con lima); maracuyá-mango; eucalipto con mandarina (en la foto, entre otros. Dirección: Avenida 28 de julio 1290, Miraflores. Precio promedio por chilcano: 20 soles. (Foto: Yael Rojas)
Senzo, el destino gourmet. Cocina de producto andino que busca sus raíces en las fórmulas tradicionales de las cocineras serranas para transformarlas en propuestas avanzadas, llamativas y a menudo sorprendentes. Dirección: Palacio Nazarenas (Plazoleta Nazarenas 144, Cusco). Precio medio sin bebidas: 150 soles por una comida de tres tiempos. (Foto: Yael Rojas)
La Bodeguita Belga, la revolución dulcera. Una fusión con lo mejor de los dos mundos. Reciben órdenes a pedido o crean menús especiales para reuniones. Web: www.labodeguitabelga.com Precio medio: 25 soles. (Foto: Yael Rojas)




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